mejorar autoestima

La autoestima es un requisito fundamental a la hora de sentirnos atractivos y alcanzar el bienestar personal.

La autoestima es la valoración que hacemos de nosotros mismos, la forma en que nos vemos a nosotros mismos.

El nivel que tengamos de autoestima, va a influir no solo en nuestra actitud mental (ansiedad, aislamiento, depresión…), sino también a nivel físico (desórdenes alimenticios, problemas de sueño…)

No es lo mismo Autoestima y Autoconfianza

La autoestima y la autoconfianza a veces se usan indistintamente. Sin embargo, no son lo mismo.

Aunque tener confianza en uno mismo es algo muy positivo, no puede sustituir a la autoestima.

Una persona, con gran confianza en sí misma, puede estar convencida de poder realizar todo lo que se proponga, sin embargo, puede ser una persona insegura y tener una autoestima baja, que se verá afectada por cualquier contrariedad o contratiempo.

Por el contrario, una autoestima fuerte, le permitirá recuperarse de cualquier revés que tenga en su vida. Puede desmoralizarse temporalmente, pero esto no afectará a los sentimientos positivos que tenga sobre sí mismo.

No es lo mismo Autoestima y Aceptación

Tampoco es lo mismo Autoestima y Aceptación.

La aceptación se refiere a saber reconocer y aceptar nuestros pensamientos, sentimientos y comportamientos tal y como son, sin juzgarlos o intentar cambiarlos.

La aceptación no significa que estés de acuerdo con todo lo que haces o sientes, sino que simplemente lo aceptas como parte de ti mismo.

Por su parte, la autoestima se refiere a la percepción que tienes de ti mismo y a cómo te valoras. La autoestima puede ser alta o baja, y puede afectar a cómo te sientes en general y a cómo te relacionas con los demás.

Consejos para mejorar la autoestima

Te muestro unos consejos para mejorar la autoestima y tener una vida más satisfactoria y feliz.

    1. Autocuidado:

      La dieta que seguimos o el practicar algún deporte, tendrá impactos inmediatos debido a la liberación de endorfinas.
      Nos sentiremos más felices, más calmados y nos valoraremos de una forma más juiciosa. Pequeños detalles como una buena higiene también están comprobados que ayudan.

    2. Las personas somos animales sociales.

      Por tanto, rodearnos de personas que nos valoren influirá en cómo nos valoramos a nosotros mismos.
      Pero debes tener en cuenta que no puedes agradar a todo el mundo, no todo el mundo piensa igual que tú. Si alguien no te valora, si te sientes menospreciado por alguna persona, no es por culpa tuya, es, simplemente, porque no pensáis lo mismo sobre algunos aspectos importantes, porque sois muy diferentes o tenéis distintos valores.
      Tú no eres ni mejor ni peor que nadie, solamente sois diferentes. Si te desprecian, aléjate, no merece la pena su amistad.
      No tienes obligación de ser perfecto para todo el mundo. Todos tenemos cualidades y defectos, nadie es perfecto. Si fuéramos perfectos estaríamos en un altar.
      Quien no te acepte como eres, no merece la pena conservar su amistad. Son personas tóxicas que no necesitas tener en tu vida.

    3. Perder el miedo a equivocarse.

      Tenemos que convencernos de que cuántos más fracasos acumulemos, más éxitos tendremos.

      ¿Sabes para qué sirven los errores? Para aprender. El equivocarnos, nos permite aprender que ese no era el camino adecuado y la próxima vez no nos pasará.
      Podemos aprender de cada error, intentando evitar que vuelvan a ocurrir, pero conociendo nuestras limitaciones y posibilidades, evitando exponernos de manera innecesaria a situaciones que no podamos superar.
      Esto también nos permitirá comprender mejor a los demás, aceptar sus defectos y perdonar los «fallos» ajenos.
      La autoestima depende más del hecho de actuar en sí y no quedarnos parados por el miedo a equivocarnos, que del resultado, positivo o negativo, de nuestros actos.
      No consideres los fracasos como algo negativo que no se puede perdonar nunca.
      Acaso ¿no perdonas a los demás cuando se equivocan? Pues, perdónate a ti mismo Si eres generoso con los demás, ¿por qué no lo eres contigo mismo?

    4. Generar metas realistas.

      Vernos como exitosos o fracasados también está relacionado con qué metas pretendemos alcanzar. Es importante que nuestras metas, nuestros objetivos, sean realistas y estén a nuestro alcance, y si son más complejas dividirlas en aproximaciones graduales para ir logrando pequeños éxitos que nos motiven.

      Por ejemplo, imagina que quieres dejar de fumar. Lo has intentado varias veces y no lo consigues. Tu pensamiento es  «soy un desastre, no tengo fuerza de voluntad, todo el mundo lo consigue menos yo…». ¿no? Pues bien, no tienes razón.
      Cada persona somos distintos a los demás, somos únicos, cada uno tenemos fuerza para diferentes cosas. Lo que a unos les resulta fácil, para otros puede ser un obstáculo insalvable.
      No pasa nada por tener menos fuerza de voluntad que otras personas Si todos fuéramos iguales, la vida sería muy aburrida. Si consideras que tienes poca fuerza de voluntad, elije otra manera para dejar de fumar.
      Plantéate hacerlo poco a poco, ponte metas realistas que puedas ir cumpliendo. Hazlo en pequeños pasos. Fumar un cigarro menos cada día, por ejemplo.
      Lo que funciona en otra persona, no tiene por qué funcionar contigo. Todos somos distintos, pero todos podemos lograr lo que nos proponemos. Solo varía el tiempo o la forma de lograrlo. Encuentra lo adecuado para ti y todo irá bien.
      Tú puedes lograrlo.

    5. Utilizar la razón para modificar pensamientos irracionales negativos.

      Por ejemplo, debatir nuestros propios pensamientos negativos, cuando nos decimos «no valgo para nada» simplemente porque algo nos ha salido mal, es una forma de utilizar la razón y vernos de forma más objetiva, dándonos cuenta de que estamos exagerando.
      El pensamiento negativo sobre nosotros mismos, puede ocasionar expectativas de fracaso, y esto hará que fracasemos en nuestros próximos objetivos. Sería la «Profecía Autocumplida» o «Efecto Forer».
      Trata de no centrarte en tus defectos, también tienes cualidades que, seguramente, no estás valorando ni teniendo en cuenta. Piensa en 5 cosas que tienes «buenas», 5 cosas que te gustan de ti, cosas que haz hecho bien en esta semana y por las que debes estar orgulloso.
      Y si encuentras cosas que no te gustan de ti y piensas que puedes mejorarlas o cambiarlas, hazlo.
      Recuerda también que si algo no te sale bien, parte de la culpa la tiene Murphi.

    6. Encontrar el origen de tu falta de autoestima.

      Si padecemos ansiedad, depresión, alguna fobia o algún trastorno del sueño que influya negativamente en la valoración de nosotros mismos es conveniente consultar con profesionales.
      A veces, la baja autoestima está influida  por algún problema o trastorno psicológico que padecemos y que es necesario solucionar.

Siguiendo estas recomendaciones vas a conseguir mejorar la autoestima en muy poco tiempo.

 

Referencias Bibliográficas:

  • Tomley, S. (2017). ¿Qué haría Freud…?. Ed. Larousse.
  • Seth J. Gillihan. (2018). Terapia cognitivo conductual. Ed. Sirio.
  • Miguel A. Vallejo Pareja. (1998). Manual de terapia de conducta. Ed. Dykinson.
  • Lawrence J. Greene. (1991). 1001 Maneras de mejorar los problemas escolares de su hijo. Ed. Cúpula.

Suscríbete a nuestro boletín y recibe todos los artículos tan pronto se publiquen

¡Prometemos que nunca te enviaremos spam! Mira nuestra política de privacidad para obtener más información.

Por favor, ¿puedes compartir este artículo en tus redes sociales? Es muy sencillo, solo tienes que hacer click en la red donde lo quieras compartir. Gracias

No puedes copiar el contenido de esta página.