Cómo tomar buenas decisiones

Cómo tomar buenas decisiones

En 2010, un estadounidense llamado Laszlo Hanyecz, pagó 10.000 bitcoin a cambio de dos pizzas familiares. Hoy día, con la perspectiva que nos da el tiempo y el hecho de que sabemos que, a fecha de enero de 2025, 1 bitcoin vale cerca de 100.000 dólares, está claro que Laszlo tomó una decisión muy mala. 

En otro caso, Brian Acton fue rechazado para trabajar en Facebook y en twitter y en un primer momento su reacción al rechazo fue buscar trabajar para otras grandes empresas pues necesitaba validación externa. Sin embargo, decidió finalmente ignorar estas reacciones y terminó por fundar con un amigo suyo, Whatssap. 

 

Cómo tomar buenas decisiones 

La toma de decisiones es uno de los aspectos más importantes en toda nuestra vida, y aunque nuestros casos particulares no son tan mediáticos, si que está bien que tengamos algunas nociones acerca de este aspecto.

 

ESTRATEGIAS PARA TOMAR BUENAS DECISIONES 

  • La estrategia 10-10-10: Imagínate cómo te sentirás con tu decisión dentro de 10 minutos, dentro de 10 meses y dentro de 10 años. Con esta simple técnica podemos evaluar las consecuencias a corto, mediano y largo plazo (¿merece la pena tomar una decisión que a corto plazo nos favorece, pero a largo plazo nos perjudica?). 
  • Si el problema es complejo, divídelo en partes más pequeñas. Una cosa que a priori parece inmanejable se vuelve así mucho más accesible. Si tienes muchas opciones, redúcelas. 
  • Toma decisiones basándote en tus valores. No tienes por qué tomar una decisión basándote en lo que haría la mayoría, es mucho más gratificante hacerlo según tus propios valores. 
  • Lanza una moneda al aire. Pero no para decidir de forma absoluta, sino solo como una especie de simulacro. Fíjate en lo que sientes respecto al resultado. Ahí tienes una pista de lo que quieres hacer ya que es difícil que tanto la cara como la cruz nos atraigan exactamente lo mismo. 
  • Imagínate qué le dirías a alguien que quieres si estuviera en tu lugar. Haz el ejercicio de pararte y pensarlo. 

 

LAS EMOCIONES Y LA TOMA DE DECISIONES 

 No hay nada peor a la hora de tomar decisiones, que hacerlo en caliente. Si decides algo dejándote llevar por las emociones lo más probable es que te salga mal (si te sale bien es por pura suerte). 

Si estás enfadado, triste, eufórico,… aplaza la toma de decisiones. Da un paseo al aire libre. NO tomes decisiones de forma impulsiva. 

Está ampliamente documento el hecho de que la impulsividad afecta de forma negativa a la memoria de trabajo (capacidad de manejar información mientras realizamos otras tareas), al control inhibitorio (vital para eliminar respuestas innecesarias), a la planificación y selección de objetivos o a la falta de autocontrol. 

 

MIEDO A DECIDIR 

NUNCA vas a tener la certeza absoluta sobre los resultados de una decisión. Esperar a tenerla para poder decidir solo te generará más ansiedad.  

De casi todos los errores se aprende y la persona que tiene un historial de decisiones acertadas es porque acumula muchas decisiones erradas. 

Según un estudio reciente, la principal causa de arrepentimiento de personas de tercera edad es no haber hecho x cosas (haberse quedado paralizado, indeciso). 

Tener miedo a las consecuencias de una decisión es natural, pero, aunque le sintamos es importante que sigamos adelante aún con él. 

El hombre que pretende verlo todo con claridad antes de decidir nunca decide.

Henry F. Amiel

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BIBLIOGRAFÍA 

Callejo, F. (2022, febrero 11). Relación entre la impulsividad y la toma de decisiones. UPAD Psicología y Coaching. https://upadpsicologiacoaching.com/relacion-entre-la-impulsividad-y-la-toma-de-decisiones/

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