chica mordiendose las uñas

Cómo dejar de morderse las uñas

Morderse las uñas es una práctica muy frecuente, que puede comenzar en la niñez y continuar durante toda la vida, pudiendo conducir a problemas psicosociales y de salud significativos y tener un impacto negativo en la calidad de vida.

Al hábito de morderse la uñas, se le denomina, en psicología, onicofagia. Este término procede de los vocablos griegos “onico” que significa uña y “fagia”, que significa comer

Según un estudio publicado en 2020 en PubMed, tomando como base la población mundial, entre el 28 y 33% de los niños de 7 a 10 años y el 45% de los adolescentes se muerden las uñas, situándose en el 25% en la edad adulta (a partir de los 18 años) afectando por igual a hombres y mujeres

El morderse las uñas suele asociarse con algo que se suele hacer para aliviar el estrés, un hábito, difícil de abandonar, que se lleva a cabo cuando se está nervioso, estresado, preocupado e, incluso, aburrido.

Todas estas situaciones suelen tener algo común entre ellas, la ansiedad.

Así, el morderse las uñas se convierte en una conducta que realizamos para aliviar los efectos de una situación que rechazamos o nos altera como puede ser estrés, miedo o ansiedad

Por este motivo, al hecho de morderse las uñas solemos relacionarlo con la ansiedad.

Pero ¿es esta la causa, o la única causa por la que nos mordemos las uñas?

Por qué nos mordemos las uñas

No existe una causa clara del porqué nos mordemos las uñas.

Es un hábito que a menudo comienza en la niñez o en la adolescencia y suele estar relacionado con estados de miedo, preocupación o angustia provocados por conflictos o tensiones en el entorno, por motivos familiares, sociales o escolares.

Cuando se inicia en la niñez, suele surgir como imitación de otras personas que lo hacen y convertirse, después, en una herramienta para manejar las situaciones negativas que los niños no son capaces de afrontar, pasando a ser algo placentero que será utilizado para aliviar estas situaciones negativas.

Normalmente, esta conducta suele desaparecer por sí sola, pero, en ocasiones, perdura hasta la adolescencia o edad adulta y si no se intenta evitar, va empeorando con el tiempo.

Morderse la uñas no está asociado únicamente con situaciones de estrés o ansiedad, sino que también puede darse cuando estamos aburridos, o hambrientos o frustrados.

Y aunque se ha observado que, por lo general, morderse las uñas es un hábito más común en personas que sufren ansiedad y que tienden a rebajarla por medio de esta conducta, existen otras teorías que defienden la existencia de múltiples causas, entre las que estarían la predisposición genética, imitación de otros miembros de la familia, una evolución del hábito de chuparse el dedo, uñas mal cuidadas, personas con niveles muy altos de emociones negativas e incluso debido a otro trastorno subyacente como el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, Ansiedad Generalizada…

Como saber si tengo onicofagia

Puede que alguna vez te hayas mordido las uñas. Puede que se te haya roto alguna y la única manera de arreglarla rápido haya sido mordiéndola.

Incluso, puede que lo repitas siempre que esto sucede, pero si te miras las manos y ves unas uñas (cuidadas o no) que crecen sin problema, estos hechos aislados no son motivo de preocupación.

Los motivos que deben preocuparte es cuando miras tus manos y ves:

  • que tienes la uña al ras de la carne,
  • tienes deformación de la cutícula,
  • inflamación de la piel que rodea a la uña, se vuelve roja e hinchada,
  • o incluso la pérdida total de la uña,
  • elevación de los bordes laterales del dedo,
  • deformaciones de los dedos,
  • y sientes vergüenza e inseguridad cuando tienes que mostrar las manos…

…tienes un problema que debes solucionar.

Y no solo tiene que ver con problemas estéticos, sino que también puede verse afectada tu salud física y psicológica:

  • Con frecuencia puedes tener infecciones por bacterias, hongos y virus, debido a la suciedad que se acumula en las uñas.
  • Problemas en las encías, los dientes o en la flora bacteriana de la boca.
  • Deterioro y malformación de los dientes, sobre todo de los incisivos que son los que se usan para morder las uñas. Se vuelven más débiles sus raíces y es más frecuente que se muevan y acaben cayéndose.
  • Las uñas se van volviendo cada vez más duras si se muerden constantemente, lo que significa que cada vez es más difícil morderlas, causando más daño cuanto más tiempo dure el hábito.
  • Como consecuencia de su mayor dureza, suele aparecer dolor en la mandíbula, así como dificultades para masticar.
  • Aumentan las bacterias que favorecen el mal aliento y la aparición de infecciones bucales como la gingivitis.
  • Sentimientos de vergüenza, culpa y pérdida de autoestima, pudiendo llegar a evitar el contacto social.

Como dejar de morderse las uñas

La onicofagia entra dentro de los considerados Trastornos Obsesivos Compulsivos: un comportamiento repetitivo que es difícil dejar de realizar pese a estar convencidos de los perjuicios que nos está causando.

Por lo general una persona que se muerde las uñas, muchas veces no es consciente de que lo está realizando, por lo que es más difícil dejar de hacerlo.

Es importante hacerse consciente de que esta actividad, mordernos las uñas,  aparece cuando nos encontramos en situaciones de ansiedad, estrés, preocupación, tristeza, depresión, aburrimiento, enfado…y darnos cuenta de que esta conducta nos da una sensación placentera que ayuda a eliminar dicha situación negativa.

Sin embargo, es importante que veamos que esta sensación relajante y placentera no es duradera, dura solo mientras realizamos la conducta. Solo notamos una emoción positiva mientras nos mordemos las uñas, al parar, vuelven los sentimientos negativos.

Una vez seas consciente de esto, mira tus manos. No te compensa tener unas manos de las que te avergüences a cambio de unos segundos placenteros. Plantéate empezar a dejar de morderte las uñas hoy mismo. Puedes hacerlo.

Lo más importante para deshacerse de un hábito es estar convencido de querer hacerlo.

Método muy efectivo para dejar de morderse las uñas

Uno de los trucos estrella que mejor funciona para dejar de morderse las uñas es hacerte una manicura con personal especializado.

Aunque puede que te de vergüenza, la persona que va a a realizártela está habituada a encontrarse con estos problemas y te va a ayudar.

Si se puede limar algo de uña, conviene no darle una forma demasiado cuadrada para que al crecer, no se te clave en la piel.

Conviene que te corten las cutículas, también suelen morderse.

Pide que te apliquen un esmalte semi-permanente.

Muchas personas tienden a morderse las uñas si el esmalte se ha descascarillado. Usando uno semi-permanente, hará que el esmalte dure más, hasta la próxima sesión con la manicura y no sentirás deseos de morderlas al ver como tus uñas van mejorando.

Solo desearás que crezcan rápido y poder presumir de manos.

Este truco funciona igual para los hombres. Si no quieres llevar las uñas de un color, puedes pedir que te apliquen esmalte transparente o color de la uña. No se notará que llevas nada.

Otras estrategias para evitar morderse las uñas:

Puedes utilizarlas como un refuerzo del método anterior en caso de que lo necesites, o usarlas solas si no te decides a ir a la manicura hasta que no te crezcan un poco:

  • Es importante identificar las situaciones que desencadenan el hábito de morderse las uñas y planear hacer otra cosa en su lugar. El saber qué lo desencadena puede ayudar a planificar con anticipación y hacer algo diferente en su lugar.
  • Evita el consumo de sustancias estimulantes como el café, las bebidas alcohólicas o el tabaco, que aumentarán tu ansiedad y te llevarán a morderte con más frecuencia las uñas.
  • Encontrar otra cosa que hacer con las manos cuando estemos nerviosos, como jugar con una pelota antiestrés.
  • Tener la boca ocupada, por ejemplo, masticando chicle o chupando un caramelo de palo, te impedirá que te lleves los dedos a la boca.
  • Cuidar las uñas: limarlas, pintarlas, mantenerlas cortas y cuidadas de manera regular. Si las ves con buen aspecto tendrás menos ganas de morderlas.
  • Aplicarse diariamente un esmalte o laca de uñas de sabor desagradable. Al asociar el morderse las uñas con algo desagradable hará que sea más sencillo dejar de morderlas. Existe un tratamiento llamado Raylex  que da brillo a las uñas, pero también hace que dejes de mordértelas. Lleva una mezcla  de extracto de pomelo y denatonio (la sustancia más amarga del mundo según el Libro Guinness de los Récords), por lo que es ideal para ayudarte a dejar este mal hábito.
  • Eliminar el hábito de manera gradual. Podemos empezar decidiendo no mordernos alguna uña e ir viendo como su aspecto va mejorando. Ir agregando más uñas a la prohibición de mordérselas hasta que no quede ninguna.
  • Pedir ayuda a las personas que nos rodean, que nos detengan cada vez que empecemos a mordernos las uñas.

Al principio te será difícil, claro, pero poco a poco te irás dando cuenta de que puedes realizarlo y, en breve, ese hábito será solo un episodio más de tu vida.

En el caso de los niños

Cuando son niños los que se muerden las uñas, es importante que no se hagan conscientes de ello, al contrario que sucede en las personas mayores.

En estas edades, muchas veces, convertimos en un problema algo que aún no lo es y podemos cortar antes de que se haga importante.

Por tanto, nada de regañinas o castigos.

Lo mejor es, cuando observemos que se muerde las uñas o se lleva las manos a la boca, distraerle con otra actividad en la que tenga que emplear las manos: dibujar, jugar con plastilina, armar un rompecabezas…

También es importante asegurarse de que tengan las uñas cortas y limpias.

Ayuda psicológica para dejar de morderse las uñas

En caso de que tú solo no seas capaz de dejar de morderte las uñas,  es recomendable buscar ayuda psicológica profesional.

Puede ser necesaria la atención de un psicólogo que te ayude a identificar las causas de ese hábito y superarlas, así como de un dermatólogo que repare los daños ocasionados en las uñas y dedos.

A nivel psicológico, los tratamientos más efectivos son los asociados a la modificación conductual.

Un tratamiento que ayuda a controlar las emociones negativas que la persona no es capaz de manejar de otra manera.

Si nuestro hábito viene dado por necesidad de manejar la ansiedad o el estrés, lo ideal es que aprendamos o adquiramos otras técnicas más saludables y adaptativas de relajación. O incluso que trabajemos en conocer nuestro problema y a canalizarlo de manera adecuada.

 

Referencias Bibliográficas:

  • Tomley, S. (2017). ¿Qué haría Freud…?. Ed. Larousse.
  • Seth J. Gillihan. (2018). Terapia cognitivo conductual. Ed. Sirio.
  • Miguel A. Vallejo Pareja. (1998). Manual de terapia de conducta. Ed. Dykinson.
  • A. Gavino Lázaro. (2005). Tratando… trastorno obsesivo-compulsivo. Ed. Pirámide.
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